La Vía Láctea, al borde de un vacío gigantesco

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, se encuentra en el límite de un inmenso vacío cósmico, según un estudio presentado en la reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Austin, Texas. Este “vacío KBC”, que tiene un radio de mil millones de años luz, es el mayor conocido por la ciencia y contiene significativamente menos galaxias, estrellas y planetas que otras regiones del Universo.

El descubrimiento inicial fue realizado en 2013 por Amy Barger y Ryan Keenan, quienes propusieron que la Vía Láctea residía en los límites de esta región. Un nuevo estudio de Ben Hoscheit confirma esta idea, destacando que vivir en este vacío ayuda a resolver discrepancias en la medición de la constante de Hubble, clave para entender la expansión del Universo.

La existencia de este vacío afecta las mediciones locales basadas en supernovas, mientras que las mediciones cósmicas, que utilizan el Fondo Cósmico de Microondas (CMB), permanecen consistentes. Este fenómeno permite reconciliar los diferentes resultados obtenidos con estas técnicas.

A nivel cósmico, el Universo se asemeja a un queso gruyere o una tela de araña tridimensional, con materia concentrada en filamentos y cúmulos que representan solo el 5% de su masa total. El vacío KBC, descrito como una “pompa de jabón” con materia concentrada en su superficie, destaca por su tamaño y singularidad.

Este hallazgo subraya la complejidad de estudiar el Universo en escalas tan vastas. Según Barger, el análisis de Hoscheit confirma que la densidad observada en el vacío KBC es consistente con otros datos cosmológicos, reforzando nuestra comprensión de la estructura del cosmos.