Chrystia Freeland, viceprimera ministra y ministra de Finanzas de Canadá, anunció su dimisión tras diferencias con el primer ministro Justin Trudeau sobre cómo enfrentar las amenazas arancelarias del futuro presidente estadounidense Donald Trump. Freeland destacó que las políticas de nacionalismo económico agresivo de Trump representan un gran desafío para Canadá.
En una carta publicada en redes sociales, Freeland señaló que su relación con Trudeau se había deteriorado, lo que la llevó a renunciar. Aunque se le ofreció otro puesto en el gabinete, la funcionaria decidió dar un paso al costado, calificando su decisión como el único camino honesto y viable.
Freeland había advertido sobre la necesidad de tomar en serio las amenazas de aranceles del 25% a productos canadienses. Este tipo de medidas podría desestabilizar la economía del país, que depende en un 75% de las exportaciones a Estados Unidos.
La salida de Freeland se da en un contexto de incertidumbre para Canadá, con posibles guerras comerciales en el horizonte. Su renuncia marca un momento crucial en la política canadiense, pues Freeland era una de las figuras más cercanas a Trudeau desde 2015.
Con el comercio bilateral en juego, la decisión de Freeland refleja la complejidad de gestionar relaciones internacionales en un clima de tensión económica.