Rusia acusa a Ucrania de terrorismo tras asesinato de general

Rusia ha detenido a un ciudadano de Uzbekistán como principal sospechoso del asesinato de Igor Kirillov, jefe de la División de Armas Químicas del ejército ruso. Según el Comité de Investigaciones de Rusia, el ataque fue llevado a cabo mediante un explosivo colocado en una patineta eléctrica estacionada frente al edificio donde residía el general. En el atentado también perdió la vida su asistente, Ilya Polikarpov.

El detenido, nacido en 1995, confesó haber sido reclutado por fuerzas especiales ucranianas, quienes le prometieron 100 mil dólares y residencia en un país europeo. De acuerdo con las investigaciones, el explosivo fue detonado de manera remota, mientras un video en tiempo real era transmitido a organizadores en la ciudad de Dnipró, Ucrania. El Kremlin ha calificado el hecho como un acto de terrorismo.

El general Kirillov, sancionado por Reino Unido en octubre por supuestamente emplear armas químicas contra Ucrania, se convierte en el más alto cargo militar ruso asesinado desde el inicio del conflicto en 2022. Este ataque pone de manifiesto la escalada de tensiones entre Rusia y Ucrania, con acusaciones mutuas de crímenes de guerra.

En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha denunciado el uso de municiones de fósforo blanco por parte de Ucrania durante septiembre. Aunque aseguran tener pruebas, no se han presentado detalles concretos. La portavoz del Ministerio, María Zajárova, afirmó que estos actos refuerzan la narrativa de los supuestos métodos terroristas del gobierno de Kiev.

Este incidente ha intensificado las tensiones diplomáticas y pone en el centro del debate el uso de métodos no convencionales en el conflicto. Ambas naciones continúan acusándose mutuamente de violar normas internacionales, mientras la comunidad internacional observa con preocupación.